Print Friendly, PDF & Email

La esfera invisible de Luis Moro se exhibe del 29 de octubre al 30 de mayo de 2023 en el Museo Tecnológico del Vidrio – Real Fábrica de Cristales de La Granja, Paseo del Pocillo, 1, Real Sitio de San Ildefonso, Segovia.

Abierto al público de martes a sábado de martes a viernes de 9 a 18 h, sábados de 9 a 19 h, domingos y feriados de 9 a 15 h.

La exposición se divide en tres ejes o esferas: el primer eje en Salas 1 y 2. El segundo eje en Pasillo de atizaderos y el tercer eje en la Sala video/expositiva -ambientada- con paredes negras.

Oasis de cristal

PLANO DE LA EXPOSICIÓN LA ESFERA INVISIBLE

Esfera íntima

Como cierre de las actividades del Año Internacional del Vidrio, Luis Moro presenta La esfera invisible, un proyecto multidisciplinario de arte con pinturas, grabados, arte sonoro, instalaciones y esculturas en vidrio creadas en colaboración con los maestros vidrieros de la Real Fábrica de Cristales de La Granja. Acompañado por un catálogo ampliado de la serie Reflejos y un disco-libro con obra de Moro y música de Four Hands Project, creada ex profeso para la exhibición bajo el título La esfera invisible. Textos curatoriales de Mercedes Gómez-Blesa, poema de Manuel Francisco Reina (Premio Gil de Biedma 2022) y una carpeta de grabados que realizó con el también premiado Luis Javier Moreno titulada Mitos y Fuentes, sobre los Jardines de La Granja de San Ildefonso.

La Fuente del Príncipe – Escultura en bronce y vidrio soplado

La esfera invisible

“La experiencia primera del existir es la experiencia primaria del espacio. Vivimos siempre acotando un lugar, creando esferas, buscando la calidez del círculo que nos resguarda y nos ampara. La esfera puede definirse como ese espacio interior animado y vivido donde encontramos cobijo y nos protege del exterior, del afuera. Ella marca los límites de nuestra intimidad.

Para los habitantes de la antigua Grecia, la figura esférica ha representado siempre una geometría de lo perfecto. Platón en el Timeo argumentaba que esta perfección se debía a la equidistancia de todos sus lados respecto al centro. De ahí que en las primeras teorías cosmológicas, el movimiento de los astros se explicaba por las esferas cristalinas que envolvían a las estrellas y a los planetas. Eran ellas las que causaban el movimiento del cosmos, las artífices del extraordinario mecanismo de relojería que sincronizaba cada pieza del universo y lo dotaba de una armonía musical que se traducía en una octava.

No es de extrañar que Luis Moro se haya inspirado en esta figura geométrica tan cargada de sentidos y haya hecho de ella uno de los tres símbolos centrales en torno a los cuales gira esta nueva exposición del artista, en un lugar tan emblemático como la Granja de San Ildefonso, esa otra esfera íntima, mandada construir por Felipe V, como refugio para su melancolía. El monarca triste -el rey rana- encerrado en su palacio, y mitigado en su dolor por los cantos del castrato Farinelli, hizo crear su jardín, esa burbuja verde, trasunto de los jardines versallescos de su infancia ideados por su bisabuelo Luis XIII. Oasis en medio de la aridez de Castilla, en él el monarca puso distancia a un mundo hostil que no entendía su delirio, su caos interior.

La corte de cristal – Instalación manchón, copas y lienzo 230×160 cm

Catorce años después de su anterior exposición, Reflejos, el artista vuelve a indagar en este universo nacido del delirio y el sueño del rey, dándole una nueva significación a algunas de las piezas ya expuestas, que alteran su sentido al dialogar con otras de nuevo cuño. Moro revisa su propia obra desde una nueva mirada que da cuenta de su evolución como artista en un camino que va desde la oscuridad a la luz, ganando en transparencia, paralelo a ese otro camino que se transita en la elaboración del vidrio desde la opacidad incandescente de la materia a la transparencia del cristal…”

Mercedes Gómez – Blesa, La esfera invisible (Fragmento)

El enigma del Palacio – Instalación Lienzo 195×130 cm y objeto intervenido